Una pregunta muy frecuente que se le hace en estos días a un experto en Marketing Industrial: ¿Cómo puedo hacer frente con éxito a la competencia de mis rivales chinos y turcos? Ellos producen una mercancía casi tan buena como la de mi fábrica, pero con un coste de mano de obra que no me puedo permitir. Cuando no hay respuesta a un interrogante de importancia vital como este, de nada sirven la retórica de consultoría ni los anuncios espectaculares con Jean-Claude Van Damme haciendo el spagat entre dos camiones Volvo. Pero el caso es que sí la hay: series cortas.
La industria vasca, aparte de su nivel tecnológico y la disponibilidad de una mano de obra formada y experta en múltiples ramas productivas, ofrece una ventaja que los competidores de países emergentes no pueden replicar: la capacidad para trabajar series cortas. Chinos y turcos son imbatibles en coste, cierto, pero solo a partir de lotes de considerables dimensiones: 10.000, 15.000, 20.000 o más unidades. Cuando se trata de series cortas, el tipo de equipos que emplean y la forma en que está organizado su proceso productivo no les permite responder con la flexibilidad que desearían algunos clientes importantes en Europa Occidental o estados Unidos.
Si tu cliente trabaja en un nicho, es proveedor de repuestos o tiene necesidades muy concretas para un proyecto determinado, ¿a qué estás esperando para hacerle ver que una empresa como la vuestra, capaz de producir lotes reducidos con la misma calidad que los grandes pedidos serie, es precisamente lo que necesita? Sé estratega. Tenlo en cuenta a la hora de planificar tu nueva web. Déjaselo claro a tu experto en SEO. Las ventajas saltan a la vista: tus márgenes no serán tan apretados, tendrás mayor flexibilidad en la negociación de los precios y podrás seguir pagando salarios de especialista a tu plantilla.
